Práctica sana del ejercicio durante el embarazo y el
puerperio
Con frecuencia, las mujeres dejan de ejercitarse durante esta etapa por el miedo de correr riesgos que superen los beneficios. Sin embargo, la mayoría de las veces, los beneficios de mantenerse físicamente activa superan cualquier riesgo potencial. En esta entrada contestaré preguntas frecuentes sobre la práctica sana del ejercicio durante el embarazo y el puerperio. ¡Comencemos!
¿Es seguro hacer ejercicio durante el embarazo?
La práctica regular de
ejercicio no aumenta el riesgo de pérdidas fetales, bajo peso al nacer o parto
pretérmino. Sin embargo, es importante que lo discuta con su médico desde las
primeras consultas prenatales. Se debe realizar una evaluación exhaustiva pre-participación
para asegurarse de que no existan contraindicaciones. Dependiendo de su estado
de salud, condición física y la presencia de síntomas podrá intervenir una
variedad de especialistas: un ginecoobstetra, un médico del deporte, un
internista, etc. En caso de no haber contraindicaciones podrán platicar sobre
los ajustes que tendrá que realizar antes y después del parto.
¿Qué condiciones contraindican o hacen que el ejercicio sea riesgoso
durante el embarazo?
En general, las mujeres con contraindicaciones absolutas —tales como sangrado transvaginal persistente, incompetencia cervical y cerclaje, enfermedades cardiovasculares, pulmonares u otros trastornos sistémicos descontrolados o graves— pueden continuar con sus actividades de la vida diaria pero deben evitar aquellas más demandantes.
Por otro lado, las mujeres con contraindicaciones relativas —como enfermedad
hipertensiva del embarazo, anemia severa, desnutrición o embarazo múltiple des pués de las 28 semanas de gestación— deben discutir con su médico las
ventajas y desventajas de la práctica de actividad física de mayor intensidad.
¿Cuáles son los beneficios del ejercicio durante el embarazo y el
puerperio?
El ejercicio confiere muchísimos beneficios a la salud maternofetal. Éste
aumenta o mantiene la capacidad cardiorrespiratoria, disminuye el dolor de
espalda, alivia el estreñimiento, reduce el riesgo de diabetes gestacional,
preeclampsia y cesárea, además de promover una ganancia saludable de peso
durante el embarazo.
El ejercicio regular durante el puerperio disminuye el riesgo de depresión
posparto y, junto con una dieta adecuada, evita la retención excesiva de peso.
Cabe mencionar que el ejercicio no tiene efectos adversos sobre la lactancia
materna ni sobre el crecimiento del bebé.
¿Con qué frecuencia debería
ejercitarme?
Se recomienda que todas las mujeres embarazadas y en puerperio sin contraindicaciones realicen como mínimo 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada cada semana, aquella en donde es posible hablar pero no cantar mientras se ejercita. Se sugiere también incorporar actividades de fortalecimiento muscular, flexibilidad y desarrollo neuromotor —como equilibrio, agilidad y propiocepción—.
Si la práctica de ejercicio es nueva
para usted, comience lentamente y aumente la intensidad de manera gradual.
Puede iniciar ejercitándose 5 minutos al día y aumentar 5 minutos
semanalmente hasta realizar sesiones de 30 minutos 5 veces por semana.
¿Cómo puede el embarazo afectar mi rutina de ejercicio?
Existen varios cambios anatómicos y
fisiológicos durante el embarazo y es importante tomarlos en cuenta al momento
de elegir el ejercicio a realizar. Por ejemplo:
- Las hormonas presentes durante el embarazo relajan los ligamentos que dan
soporte a las articulaciones. Esto aumenta la movilidad de las articulaciones y
las desestabiliza, por lo que se prefiere evitar movimientos espasmódicos, de
rebote y de alto impacto que puedan aumentar el riesgo de lesionarse.
- El aumento de peso al frente del cuerpo debido al útero gestante modifica
su centro de gravedad. Este cambio ejerce presión sobre articulaciones y
músculos, especialmente sobre aquellos situados en la pelvis y espalda baja. La
inestabilidad y desequilibrio resultantes la ponen en un mayor riesgo de
presentar caídas.
- Los requerimientos de oxígeno aumentan durante el embarazo. Esto puede
afectar su capacidad de realizar ejercicio extenuante, sobre todo si padece
sobrepeso u obesidad.
¿Qué precauciones debo tomar al ejercitarme?
Las mujeres embarazadas deben considerar
ciertos aspectos de seguridad:
-
Evite la actividad física cuando haga calor excesivo, especialmente ante
niveles elevados de humedad.
-
Manténgase hidratada bebiendo agua antes, durante y después del
ejercicio.
-
Consulte a un nutriólogo especialista para llevar una dieta ajustada a sus
demandas metabólicas por el embarazo y por el ejercicio.
-
Use un sostén deportivo para brindar mayor soporte y protección a las
mamas. En etapas más avanzadas del embarazo un cinturón de maternidad también
puede ofrecer confort al caminar o correr.
-
Si piensa participar en competencias atléticas o se ejercita muy por
encima de los niveles recomendados, solicite la supervisión de un médico
obstetra.
-
Conozca las señales de peligro ante las que debe parar y buscar de
inmediato atención médica, tales como: mareo, debilidad muscular o falta de aire que no
mejoran con el reposo; dolor en el pecho; sangrado o pérdida abundante de líquido por la
vagina; disminución o
ausencia de movimientos fetales por más de 2 horas si su embarazo es mayor a 28
semanas de gestación o dolor e hinchazón de la pantorrilla.
¿Qué actividades son seguras durante el embarazo?
Los expertos coinciden en que estos ejercicios son los más seguros:
- Caminata: caminar a paso ligero ejercita la totalidad del cuerpo, además de
ser suave en las articulaciones y músculos.
- Natación: los ejercicios acuáticos activan muchos músculos del cuerpo. El
agua soporta su peso, disminuyendo así lesiones y contracturas musculares.
- Bicicleta estacionaria: como se mencionó anteriormente, el embarazo afecta
la mecánica del cuerpo y la hace más susceptible a caer, por lo que andar en
bicicleta puede ser riesgoso. La bicicleta estacionaria es una mejor opción.
- Yoga y pilates modificados: el yoga disminuye el estrés, mejora su
flexibilidad y favorece la respiración a conciencia. Existen además poses
diseñadas específicamente para mujeres embarazadas.
¿Qué actividades debo evitar?
Las actividades que aumentan el riesgo
de lesión son:
-
Deportes de contacto y aquellos deportes que la ponen en riesgo de recibir
golpes en el abdomen. Esto incluye fútbol, básquetbol, clavados o box.
-
Actividades que puedan resultar en caídas, como la gimnasia, ciclismo o
andar a caballo.
-
"Hot yoga” o “hot pilates” que pueden causarle un golpe de calor.
-
Buceo o actividades a más de 2,500 metros. Esta última puede limitar la
oxigenación si normalmente no se vive a gran altitud.
-
Evite estar parada o acostada sobre su espalda por periodos largos. Cuando
permanece de pie la sangre puede estancarse en sus piernas, mientras que al
acostarse, a partir de la semana 16, el útero presiona una gran vena y
dificulta el retorno de la sangre al corazón. Por ello, estas posiciones pueden
bajarle la presión momentáneamente.
¿Cuál es
la importancia de seguirse ejercitando después del parto?
Practicar
ejercicio posparto tiene efectos positivos sobre el estado de ánimo, disminuye
el riesgo de trombosis venosa profunda y ayuda a perder el peso ganado durante el embarazo.
Inicie o retome el
ejercicio de manera gradual, 4 a 6 semanas después del parto y 8 a 10 semanas
después de una cesárea. Hágalo siempre bajo la supervisión de un médico.
Información valiosa, ¿cierto? Le invito a visitar el aula virtual del INRLGII,
donde encontrará diversos recursos para seguir aprendiendo sobre una variedad
de temas. ¡Hasta pronto!
https://bjsm.bmj.com/content/bjsports/52/21/1339.full.pdf
https://www.acog.org/womens-health/faqs/exercise-during-pregnancy
https://apps.who.int/iris/rest/bitstreams/1318324/retrieve#page46
https://health.gov/sites/default/files/2019-09/Physical_Activity_Guidelines_2nd_edition.pdf
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